Por un 1º de Mayo de movilización y lucha por el empleo, los derechos laborales y los servicios públicos
En
este Primero de Mayo de 2012 nos enfrentamos al ataque más brutal y
antidemocrático que hayan sufrido los derechos de trabajadores y trabajadoras
en mucho tiempo. Se presentan como medidas contra la crisis lo que solamente es
un redoblado intento de rapiña sobre los salarios, las conquistas de la clase
obrera y los derechos sociales de la inmensa mayoría de la población. No
importan las personas y su derecho al trabajo digno y estable, sino el beneficio
de los bancos y las multinacionales.
Llevamos
casi cinco años de agudización de la crisis y también de recortes de todo lo
público, pero ni uno sólo de los países que ha aplicado esas medidas ha
mejorado su situación económica y social. Ni uno sólo. Al contrario, sigue
aumentando el paro, crece la deuda exterior, y estamos en una segunda ola de
recesión económica.
Lo
que se nos intenta vender como la única salida de la crisis es una mera estafa
que ahonda más la injusticia y el sufrimiento, incrementa el paro y la pobreza,
desprotege a los más débiles y pretende convertir en mercancía y negocio la
educación y la salud.
Pero
la salida real de la crisis viene de la mano de la lucha y la movilización.
Quieren que nos encerremos en nuestras casas con el miedo al desempleo y la
precariedad y con la pesadilla de un futuro peor que el pasado, pero no lo
conseguirán. La salida social de la
crisis, favorable a la inmensa mayoría, está en nosotros y nosotras.
La
reciente Huelga General ha mostrado el camino. La derecha decía que no serviría
para nada y el Gobierno que no estaba dispuesto a mover una coma de su reforma
laboral. Hoy ya preparan enmiendas a sus propios textos, pero esta reforma
laboral no es reformable y debe ser retirada.
Además de esta consecuencia, la Huelga General ha fortalecido la
conciencia y la organización del mundo del trabajo y ha mellado los ataques
contra el sindicalismo de clase.
La
ofensiva contra la educación y la sanidad públicas está encontrando cumplida
respuesta en una creciente movilización ciudadana. El intento para hacer
retroceder los derechos y libertades democráticas que el Gobierno quiere
impulsar desde su mayoría absoluta encuentra una importante oposición.
Es
el modelo económico, político y social asentado desde la transición el que está
desmoronándose y son las políticas neoliberales (última expresión del sistema
capitalista) las que aparecen, cada vez de forma más clara, como irreconciliables
no solamente con los derechos del mundo del trabajo, sino también con el
progreso económico, la sostenibilidad medioambiental y el bienestar de la
inmensa mayoría de la ciudadanía.
Hace
ahora 122 años que se celebró en España por primera vez el 1 de Mayo, "Día
Internacional del Trabajo", y es necesario subrayar en esta ocasión el
carácter internacionalista de esta fiesta y su contenido solidario que nos
lleva, especialmente, a expresar nuestra solidaridad con el pueblo argentino,
que tiene todo el derecho a decidir soberanamente sobre sus recursos naturales,
como en su día lo harán los pueblos de España, y nuestra coincidencia en la
lucha con todos los pueblos de la Unión Europea que se movilizan contra las
políticas de recortes. Deseamos el éxito de los candidatos de la izquierda
alternativa en las próximas elecciones de Francia y Grecia que pueden comenzar
a abrir un horizonte nuevo en las políticas de la Unión Europea. Nos
solidarizamos, como siempre, con la lucha del pueblo palestino que se agudiza
en Gaza y con las reivindicaciones del pueblo saharaui.
La crisis tiene salida, el Gobierno no
Las
políticas neoliberales de recortes, debilitamiento de lo público y retroceso de
los derechos laborales, que inició el PSOE y ha profundizado el PP han
fracasado.
No
obstante, el Gobierno presenta unos Presupuestos Generales del Estado que son
una auténtica declaración de guerra contra la mayoría del pueblo. Unos
presupuestos que van a generar más paro, estancar la economía, y deteriorar la
educación, la salud y otros servicios sociales y que estimulan el fraude fiscal
mediante una amnistía para los defraudadores.
Izquierda Unida subraya que hay salida
para la crisis y ha aportado propuestas positivas para hacerlo en beneficio de
la mayoría.
·
Con una mayor
justicia fiscal que lleve hasta una contribución fiscal equivalente a la media
de la Unión Europea hay recursos suficientes para crear empleo, impulsar la
economía real y, con ello, reducir el déficit.
·
Con una lucha
firme contra el fraude fiscal y la economía sumergida, mediante los cambios
legales necesarios y el reforzamiento de la Agencia Tributaria, habría ingresos
para mejorar la educación y la sanidad públicas y atender la Ley de Dependencia.
Hacer aflorar de trabajos sin contrato y exigir la igualdad de salarios entre
hombres y mujeres, además de ser de justicia, permitiría sanear la Seguridad
Social y mejorar las pensiones.
·
Con una política
decidida de apoyar la creación de empleo desde lo público es posible crear
cientos de miles de empleos verdes (reforestación y mantenimiento de zonas
verdes, rehabilitación sostenible de viviendas, agricultura ecológica, energías
renovables), sociales (aplicación de la Ley de Dependencia, escolarización de 0
a 6 años) y de interés estratégico (infraestructuras de proximidad, desarrollo
de un sector público en la economía).
·
Con la creación
de una Banca Pública, a partir de la nacionalización de las Cajas de Ahorro que
han sido entregadas al capital financiero, sería posible que el crédito fluyera
hacia las pequeñas empresas y las familias.
·
Con la implantación de un nuevo modelo
productivo, que incluya más democracia en la sociedad y en la empresa, un
sector público poderoso y el apoyo a la economía social, una apuesta por el
desarrollo sostenible y el pleno empleo de calidad, la mejora de la educación,
el esfuerzo a favor de la I+D+i civil, y un cambio progresista en las
relaciones laborales.
Nuestra lucha es la lucha por el empleo
El objetivo central de
cualquier política de izquierdas para salir de la crisis es la creación de
empleo. Izquierda Unida defiende un empleo estable, digno y de calidad y, en
consecuencia se opone a cualquier medida de abaratamiento del despido y de
reducción de los costes salariales. No han sido esas, ni mucho menos, las
causas de la crisis y no está ahí la solución. Por ese camino sólo se trata de
asegurar de nuevo los beneficios de quienes ha generado esta situación, a costa
de los trabajadores.
Crear empleo no puede
ser considerado como un gasto porque sólo el trabajo humano genera la riqueza
socialmente útil.
Izquierda Unida
reivindica el reparto del trabajo para que puedan trabajar más personas,
reduciendo la jornada a 35 horas semanales, sin pérdida de retribución, y
bajando progresivamente la edad de jubilación
Por un 1 de Mayo de movilización
Izquierda Unida llama a
todos los trabajadores y trabajadoras, a toda la ciudadanía a participar en los
actos, concentraciones y movilizaciones convocadas por CCOO y UGT.
Izquierda Unida
considera que este 1 de Mayo debe dejar claro que no estamos dispuestos a
aceptar una salida de la crisis que no vaya a favor de la mayoría social de
este país. Es precisa una auténtica rebelión ciudadana por nuestros derechos.
Izquierda Unida llama a
extender y profundizar la movilización hoy y en los meses próximos por una
salida social de la crisis, por el empleo, la defensa de lo público (comenzando
por una educación y una sanidad públicas y de calidad), el derecho a la
vivienda, la igualdad y la no discriminación.
Viva el 1 de Mayo de lucha y solidaridad.
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