Antes de empezar: si quieres saber los antecedentes de este artículo mira esta publicación.
Parece mentira que alguien que está en la política utilice esa palabra en tono peyorativo: la política es la vida. Dejemos de hablar de la política como si fuera algo ajeno a nosotros: TODOS DEBEMOS HACER POLÍTICA. Si no estuviera solo en manos de unos pocos, otro gallo cantaría.
Lo que es demagógico es decir que no se pierde calidad porque los docentes se impliquen más y hagan un esfuerzo personal. Ellos lo hacen habitualmente, como otros muchos trabajadores de diversos sectores. Por eso, a pesar de los recortes constantes de los últimos años, nuestra enseñanza pública sigue siendo de calidad, gracias a su profesionalidad. Pero, ¿dónde está el límite? No me voy a perder en datos, están por todas partes, búsquenlos. Como bien dice Ana, en la propia Comunidad de Madrid lo tienen publicado.
Y hay otro error de apreciación: la IZQUIERDA lleva años saliendo a la calle por los trabajadores, por TODOS los trabajadores. Y no solo en la calle, también con la poca representación que tenemos en las instituciones.
La educación no es directamente de competencia municipal, es verdad. Por eso, la moción de IU se planteó como APOYO del Ayuntamiento a la lucha de los profesores y reclamación a la Comunidad de Madrid. Creemos que entre las competencias del Ayuntamiento sí está reclamar lo mejor para sus vecinos a las autoridades competentes (como se hace al Consorcio de Transportes, a la Consejería de Sanidad, etc.).
La huelga, lógicamente, se hace sobre el total de la JORNADA LABORAL (37,5 horas semanales), horas lectivas y no lectivas. Planteemos una huelga sobre horas no lectivas: si los profesores no trabajan en preparar las clases, ¿qué clases impartirán? Bueno, tenemos otra solución: esperemos a los exámenes y que hagan la huelga en las horas no lectivas, ¡a ver quién corrige y cómo salen las notas!
IU está en contra de la escuela concertada ÚNICAMENTE por lo que supone de desvíos de los fondos públicos y de discriminación en la admisión y trato a los alumnos. La actuación de la Comunidad de Madrid en este asunto es una clara perversión del espíritu por el que se crearon los conciertos. La intención era cubrir por urgencia la falta de plazas en centros públicos y rentabilizar los colegios ya construidos. Actualmente nos encontramos con cesiones, más o menos gratuitas, de terrenos públicos. Incluso, de colegios públicos ya construidos y con los alumnos ya admitidos. Eso es lo intolerable.
Tanto que hablan de la libertad de elección, veamos un caso. Una familia solicita plaza en un colegio público. No hay, porque ya se han ocupado de que el Duque de Rivas se convierta de hecho, que no de derecho, en un colegio de línea 1 (o sea, con una sola clase por curso). No caben más, así que te damos la plaza en el concertado. Esa es la realidad: se obliga a los padres a llevar a su hijo al concertado. ¿Libertad de elección? Otra perversión de la ley: se supone que las plazas se reparten por cercanía, renta, hermanos en el colegio. Como en los públicos. ¡Ja! Intenta llevar a un chaval con alguna discapacidad al colegio concertado. O atrévete a no pagar las horas de refuerzo, tus hijos lo sufrirán.
Por último, sobre la enseñanza privada (no concertada) y las críticas a quienes llevan a sus hijos allí. Aunque yo nunca elegiría esa opción, cada uno tiene sus motivos para decidir a qué colegio lleva a sus hijos y son totalmente respetables. Ni yo ni IU tenemos nada en contra de la educación privada, siempre que cada uno se la pague y no pretenda que se la paguemos los demás con conciertos, subvenciones o desgravaciones. Y tampoco vemos el problema de defender la enseñanza pública aunque los hijos de uno vayan a un colegio privado. Lo constructivo y lo que caracteriza a las buenas personas es luchar por el bienestar de todos, aunque el propio lo tengan resuelto.
María Santos Ricoy
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